Lo que demuestran estos datos tan alarmantes no es solo que seguimos sin vivir seguras y libres, sino que vamos a peor. Lo confirman también los resultados del último estudio del INE sobre esto, que desvela que en 2021 fueron víctimas de violencia machista en España 30.141 mujeres, un 3,2% más que en 2020. Y lo más grave es que el mayor aumento se ha dado entre las menores de 18 años, que pasan de 514 a 661, un 28,6% más. 

Además, hay que tener en cuenta que los feminicidios fuera del contexto de la pareja todavía no se están haciendo públicos, aunque el Ministerio de Igualdad anunció que se recogerían todos los casos, lo que disparará de nuevo el número de víctimas mortales.

Desde FEMEN, como mujeres y feministas, estos números nos preocupan y nos llevan a insistir en la importancia de la detección precoz: si sufres una situación de violencia o conoces a alguien que la esté sufriendo, ten presente que no estás sola, que esta es una lucha de todas y que, por eso, seguiremos exigiendo que su erradicación sea una cuestión de Estado.

Que las denuncias crezcan puede ser una señal de que el trabajo de concienciación social se está haciendo y funciona, pero que el listado de asesinadas siga aumentando tiene que ponernos alerta sobre el impacto que están teniendo los discursos de odio contra las mujeres de quienes ahora han encontrado un altavoz en las instituciones y sobre lo patriarcal que sigue siendo la Justicia de este país. 

Desde 2003, año en el que se empezaron a contabilizar las víctimas, ya son 1.145 las mujeres asesinadas por quienes un día dijeron que las querían. No pararemos de decirlo:

#stopfeminicidios, no queremos que haya #niunamenos.

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