No son pocas las amenazas que recibe la comunidad LGTBIQ todos los días en todo el mundo. Vivimos bajo una alarma donde debemos ser conscientes en todo momento de las implicaciones que tiene mostrarnos como somos, comportarnos como nos nace, expresarnos libremente.
La semana pasada, una representante de Vox en la Asamblea de Madrid, insinuaba a un representante de Más Madrid, hombre perteneciente al colectivo, que “se cuidase”. Dejando caer de nuevo el estigma sobre las personas LGTBQ. El veneno de la ultraderecha es el que infecta los prejuicios que hablan de la homosexualidad y la transexualidad como una enfermedad; del colectivo como una parte de la población que atrae enfermedades y las expande simplemente por el hecho de no ser cisheterosexuales; de las terapias de conversión como algo legítimo, ó de prohibir libros donde se habla de la diversidad de género y s3xual.
En Oslo, en pleno centro de la ciudad, han sido as3sinadas dos personas durante una celebración relacionada con el Orgullo y más de 21 se encuentran heridas, 3 de extrema gravedad. Todas las actividades relacionadas con el Pride han sido canceladas para evitar posibles ataques.
En Idaho, 31 supremacistas armados se dirigían a la marcha del Orgullo en la ciudad cuando la policía les detuvo. Procedían de 11 estados diferentes y pretendían sembrar el terror durante la manifestación.
Hace casi un año del asesinato de Samuel en España, un crimen que conmocionó a todo el colectivo LGTBIQ y sus aliadxs… Pero ¿qué ha cambiado desde entonces? Esos que promueven el discurso de odio han entrado en gobiernos, su discurso ha ganado terreno de manera innegable. Damos pasos hacia adelante para blindar derechos que pertenecen históricamente a colectivos vulnerables porque se avecinan tiempos oscuros. En todo el mundo observamos una deriva, ya no conservadora, sino autoritaria, oscura, controladora y opresiva. Lucha, movilízate, apoya a otros colectivos que necesiten colaboración y amplifica sus voces de manera consciente y respetuosa.
La unidad, la comunidad, es lo único que nos protege a quienes no tenemos el poder y el privilegio dentro de este patriarcado.