Comenzamos contabilizando a la primera víctima de la violencia machista este año. Hoy se detenía al hombre que había asesinado a puñaladas a su pareja en Tudela. El femicida fue interceptado en Francia a donde se había fugado tras el crimen.
Sara era profesora, tenía 38 años y nunca había interpuesto una denuncia. Esto vuelve a demostrar que la violencia machista es silenciosa, cruel y una amenaza universal para las mujeres.
Ninguna estamos a salvo mientras existan hombres machistas que sigan reproduciendo las normas y privilegios que el patriarcado les otorga. De esta forma, el feminicidio se convierte en la cúspide de las violencias machistas pero hasta llegar a ese episodio mortal hay muchas agresiones y malos tratos por el camino: las vi0laciones dentro de la pareja, el maltrato psicólogo, la luz de gas, el control económico, el aislamiento social, el maltrato físico… Todo forma parte de una misma epidemia que recorre el entramado de la sociedad patriarcal.
Aunque Sara ha sido la primera mujer víctima del machismo en este año, la realidad es que el total de mujeres asesinadas desde 2003 (año en el que se comenzó a registrar de manera oficial) asciende ya a 1.126. Esto sin contar a lxs menores víctimas de la violencia machista y al resto de mujeres asesinadas por hombres fuera del ámbito de la pareja o la expareja. A día de hoy la estadística oficial recogerá a todas las mujeres, todos los tipos de crímenes machistas y no solo los que estaban contemplados hasta ahora.
No podemos confiar en la justicia porque es patriarcal. Toda nuestra confianza está en el feminismo, para que nuestra lucha y voces trascienda y sea plasmada en leyes que de verdad protejan la vida y libertad de todas las mujeres.