La cifra total de mujeres víctimas de feminicidio en 2020 fue de 45 mujeres asesinadas después de que se confirmasen los dos últimos asesinatos de mujeres en Madrid y Gran Canaria. Los crímenes machistas dejaron un total de 26 menores huérfanxs.
Además debemos recordar que durante los meses del estado de alarma las llamadas al 016 se incrementaron un 400%, según los datos del Observatorio Estatal contra la Violencia de Género. Este dato ponía de manifiesto que los agresores seguían amenazando la vida de muchas mujeres.
Esta semana dos jóvenes de 26 años quedaban heridas graves en Cártama, Málaga, tras ser rociadas con ácido por la pareja de una de ellas. Es el primer caso de violencia de género del que tenemos constancia en lo que llevamos de 2021 confirmado por el Ministerio de Igualdad.
Una de ellas presenta quemaduras en más del 70% de su cuerpo. Esta mujer es la ex pareja del agresor que les lanzó el ácido.
Este brutal ataque contra la libertad de las mujeres es muestra de que los crímenes machistas se manifiestan desde pequeños mecanismos de control cotidianos hasta agresiones brutales como esta. El feminicidio es el último escalón de una escala de violencias patriarcales donde todas suponen un ultimátum ante nuestra existencia.
Es importante seguir reclamando un compromiso real sobre el Pacto de Estado Contra la Violencia Machista con una dotación económica digna para poder llevarlo a cabo de manera efectiva. Pero también lo es seguir recalcando que el cambio ha de empezar por los hombres que agreden, violan y matan. Continuar señalando la indulgencia de muchos jueces hacia los casos de violencia machista y la poca protección que el sistema ofrece a las supervivientes.
Las asociaciones se encuentran colapsadas por servicios y cuidados que debería garantizar el Estado a sus ciudadanas. Es su deber.
Nos queremos vivas. Este 2021 seguiremos gritando ‘Ni Una Menos’.