Y quién habla de las mujeres…
Centenas de mujeres israelíes y palestinas se manifestaron juntas el pasado miércoles en Jerusalén, cerca del mar Muerto (en Cisjordania ocupada) por la paz entre sus pueblos.
“Queremos la paz”gritaban, con pancartas en las que se leía “Paren de matar a nuestros hijos”. La marcha la organizaba la ONG Alianza por la Paz en Medio Oriente, es decir movimiento israelí Women Wage Pace y la asociación palestina Women of the Sun, en conjunto.
Tres días después comenzó una escalada de violencia con el lanzamiento de cohetes por Hamás contra Israel. Por su parte, Israel respondió bombardeando cientos de objetivos en la Franja de Gaza.
Lo que nos preocupa profundamente como feministas es cómo todo este conflicto va a afectar a las mujeres. Especialmente a las palestinas, que se encuentran atravesadas por dos ejes: el machismo social de su país y la situación de violencia diaria que imponen las políticas de ocupación.
La violencia sexual relacionada con los conflictos contra mujeres y niñas, sigue utilizándose como táctica de guerra, tortura y terrorismo en medio de crisis políticas y de seguridad cada vez más profundas, agravadas por la militarización y la proliferación ilícita de armamento.
Las mujeres y las niñas en tiempos de guerra son tratadas como “botín”. La violación es una táctica utilizada como estrategia de terror y tortura. También puede ser utilizada como parte de una limpieza étnica, tal y como se vio con las violaciones y embarazos forzosos de la antigua Yugoslavia en los 90. Ó como ocurrió con la comunidad yazidí a manos del autodenominado Estado Islámico en 2014 en Siria. Tampoco podemos olvidar el caso de Book Haram en Nigeria, o la situación de Yemen y Afganistán.
Así mismo, el aumento de las represalias contra los defensores de los DDHH, las activistas y las periodistas es real. Sin ellas corremos el riesgo de ver a la sociedad civil aún más desprotegida.
Pedimos urgentemente a todas las partes en conflicto que respeten el derecho internacional y hagan y hagan todo esfuerzo posible por evitar más muertes entre la población civil.