El Gobierno ha anunciado que aprobará el Ingreso Mínimo Vital el próximo martes 26 en el último Consejo de Ministros de mayo [2020].

Esta renta mínima será un pago mensual de 462 euros que recibirán los hogares más vulnerables del Estado. Se estima que la medida beneficiará a un millón de hogares. Las unidades familiares podrán cobrar una renta por persona hasta un máximo de 1.015 euros al mes.

La medida ha levantado ampollas entre la oposición por considerarla un privilegio, o como han decidido llamarla: una paguita. La ultraderecha afirma que con esta renta la gente no querrá trabajar y apela a la meritocracia de la población para conseguir salarios más elevados, ignorando todos los indicadores de pobreza que nos advierten sobre la alarmante situación que sufre una gran mayoría de la población en el Estado español. Porcentaje que se verá incrementado por la crisis económica post COVID-19.

Si hablamos de pobreza es innegable que esta tiene rostro de mujer. El último informe elaborado por la EAPN (European Anti Poverty Network o Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social) afirma que la discriminación de género que rige el mercado laboral es la causa que más influye en la mayor pobreza de las mujeres. En nuestro Estado hay 5,27 millones en riesgo de pobreza.

Esta pobreza se incrementa cuando hablamos de mujeres mayores (principales beneficiarias de las pensiones de viudedad, las más bajas de todas) y de madres solteras con hijos a su cargo. La tasa de pobreza en familias monomarentales siempre ha sido más elevada que en el resto de familias. En España, el 83% de estos hogares están a cargo de una mujer.

Desde FEMEN celebramos esta medida que ayudará a las mujeres a ganar independencia económica. No podemos olvidar que esta independencia es fundamental cuando queremos erradicar la violencia machista, ya que muchas mujeres no son capaces de dejar sus hogares por no tener unas condiciones materiales adecuadas.

La Renta Mínima es un derecho.