Aumenta la violencia machista hacia las adolescentes un 28,6%.

El mayor aumento del número de víctimas por violencia de género en el año 2021 ha sido entre las menores de 18 años. Las afectadas crecieron un 28,6% más en este tramo de edad que en 2020, según recogen los datos del INE. Esta cifra ha aumentado a la vez que lo ha hecho la cantidad de agresores hombres.

El incremento más llamativo de los denunciados por violencia machista se dio en los hombres adolescentes (70,8%) y entre los jóvenes de 18 y 19 años (15,7%), un aumento que coincide con la subida en el número de mujeres víctimas por este tipo de violencia.

La idea del amor romántico generada y apuntalada por el patriarcado perpetúa los comportamientos machistas que a través del control y del sentimiento de pertenencia transforman a la mujer en algo que pertenece al hombre y se encuentra bajo su posesión. 

Los hombres jóvenes transmiten y ponen en marcha los mecanismos patriarcales adaptados a su generación pues el sistema tiene la capacidad de mutar con el tiempo.

La violencia machista se adapta a las formas peculiares de interaccionar que se facilitan por los medios digitales. La ciberviolencia facilita la violencia basada en el control en todas sus manifestaciones, incluida la sexual. El número de delitos que tienen que ver con fuentes digitales ha aumentado, fundamentalmente en los jóvenes. 

Según la Macroencuesta de Violencia de Violencia contra la Mujer 2019, el 19,3% de las mujeres de entre 16 y 24 años que han tenido pareja ha sufrido violencia física y/o sexual de sus compañeros sentimentales; el 43,1 %, violencia psicológica; y el 43,8 %, violencia de control. 

La educación en igualdad es desde luego la herramienta fundamental para poder disminuir estas cifras. Sin embargo, no podemos dejar de insistir en la necesidad de que el hogar sea también una fuente de ejemplo. Los hogares tóxicos contribuyen a criar hombres abusivos y violentos. Así mismo, los discursos de odio y negacionistas de la violencia de género en los medios e internet también refuerzan conductas violentas hacia las mujeres.

No podemos permitir que nos maltraten cada vez antes. No lo haremos.